Proyecto Génesis: cómo expandir la vida por otros planetas
Uno de los grandes sueños de millones de humanos es encontrar vida extraterrestre. Hoy día hay miles de exoplanetas o planetas extrasolares localizados más allá de nuestro Sistema Solar. Pero, ¿alguno de ellos está habitado? ¿Podríamos enviar vida a estos lejanos lugares del universo? El Proyecto Génesis trata de dar respuesta.
Los planetas hoy descubiertos, cualquiera de ellos, no está accesible para los humanos en un tiempo razonable. Nuestra tecnología no ha evolucionado lo suficiente para llegar a estos rincones. Sin embargo, Claudio Gros, físico del Instituto de Fisica de la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Frankfurt cree que la solución está más cercana de lo que mucha gente cree.
Este físico afirma que encontraremos muchos planetas de forma esporádica donde reproducir la vida de manera similar a la de la Tierra. Allí se podría desarrollar de forma independiente. Para ello, pone en marcha el Proyecto Génesis, que consiste en enviar micronaves espaciales interestelares con laboratorio automatizado de genes a bordo. Con estas sondas se podría establecer una ecosfera gracias a la selección de organismos unicelulares que posteriormente formen vidas complejas.
Para Gros, esta habitabilidad transitoria se podría lograr en cuestión de unas decenas de años. Para ello, habría que desarrollar tecnología para enviar estas micronaves no tripuladas que aceleran y frenan de forma pasiva.
Cuánto tardaría en reproducirse la vida compleja según el Proyecto Génesis
No obstante, aunque llegásemos a alguno de estos exoplanetas, solo podríamos acelerar el proceso, pero no lo suficiente para que un humano lo vea hecho realidad. En la Tierra, la evolución hasta nuestros días desde que apareciese la vida ha tardado más de 4000 millones de años años. Con la tecnología que pregona Gros, se podría acelerar, pero ¿podríamos verlo hecho realidad? Probablemente no.
Sea como fuere, este proyecto requeriría de un estudio pormenorizado previo. Las sondas solo se enviarían a planetas sin vida para no entorpecer otros que pudieran tener diversas formas ya presentes.
Además, este proyecto tiene implicación ética. ¿Podemos los humanos crear vida en un planeta e interferir en su evolución natural? En realidad, es como contaminar un posible hábitat para futuras formas de vida hipotéticas según cada mundo.
El caso es que este proyecto está todavía muy verde. No obstante, ya está siguiendo la tecnologçoa desarrollada por Yuri Milner y el recientemente fallecido Stephen Hawking, que preparaban una expedición a Próxima B en Próxima Centauri transfiriendo su mente a pequeñas naves del tamaño de un móvil que podrían viajar a la cuarta parte de la velocidad de la luz. Tal vez algún día lo veamos hecho realidad, pero, aun así, esta sonda tardaría años en llegar a su destino, y eso que en este caso el viaje es hacia el exoplaneta más cercano a la Tierra que conocemos, que está a poco más de 4 años luz.